La búsqueda laboral es, lisa y llanamente, un pijazo. Me llegaron dos mails de rechazo sólo hoy. Mandé un montón de CVs, incluso a puestos que podrían poner en juego mi salud mental. Uno de esos rechazos fue de un trabajo así, por suerte. Mejor para mí, supongo. Le dije a una amiga que no me lo tomo personal porque no es una persona la que me rechaza sino una IA, una odiosa IA que no te dice qué hiciste mal, qué pusiste, qué no pusiste. Derrotada pero concentrada en otras cosas como para sufrir por esto. Trato de no desbordarme como hace unos días. Y evitar el clonazepam.



Déjenme disociar un cachito. Una cosita. Hundirme en la arena un rato.





Escribo todos los días por acá porque el tren de pensamientos va muy rápido para escribir a mano en mi journal.

Con tranquilidad, sin desesperar.

Busco en Google cómo va a estar el tiempo mañana. Me freno: ¿vale la pena? No puedo controlarlo y tampoco importa. Si hay que salir, se sale igual. Si me quedo en casa, me quedo en casa lo mismo. El futuro está lejos, lejos y cerca, cerca a la vez. Mañana está lejos. Incluso cuando sean las 10 de la mañana y haya puesto a colgar la ropa recién lavada y todos los días de todas las personas en conjunto hayan empezado, va a estar lejos el futuro.

No sabría decirte si es bueno o malo pensarlo así. Hoy, esta noche, tiene sentido. Es la única manera de sobrevivir a lo que parece un viaje en un avión sin piloto. El deseo, a un lado. La ilusión, encajonada. Las noches, imposibles.

El viento está lubricando al ambiente para lo que supuestamente va a ser una tormenta. Metí el tender al living como casi todas las noches. La gata duerme sobre la cama así que no la puedo ver. Es difícil esto. Él salió. Yo escribo esto. Cada parte de la familia por su cuenta. Every man for himself.

Quisiera acaparar todo, encargarme de todo, tener un verdadero control. Naturalmente, si hay un deseo, hay una decepción. Por eso, necesito que el deseo esté lejos de mí.

Lo que no puedo evitar es la necesidad y la urgencia. Me nace la taquicardia de nuevo al pensar en eso. Si fuera religiosa, rezaría. Me encomendaría al santo o santa de mi predilección. Aunque miento: el otro día recé ("La necesidad tiene cara de hereje"). Y salió todo mal. Así que no rezo más.

Lo único que tengo es el clonazepam que me recuerda que todo puede ser más oscuro pero también más suave. Mi psiquiatra me dijo que no tome más. Sin embargo, no me ofreció una alternativa. Es por eso que anoche volví a tomar. Recién el martes la veo, con aumento de honorarios incluido. Entre el jueves que le escribí y el martes todo puede pasar. O no, porque no hay un mañana.

Entregada al caos. Desesperanzada. Derrotada por las circunstancias. Esquivando el tema más ansiógeno como si de obstáculos en una carrera se tratara. Y, en dicha carrera, llueve y hay accidentes.

Se aproxima la tormenta. El viento fresco y húmedo me recuerda a un día de campamento. Odiaba acampar y al día de hoy no volvía a intentarlo. Lo único que extraño es el cielo con estrellas. ¿Algún día volveré a verlas? Estoy demasiado atada a la ciudad y sus comodidades e incomodidades. Las hojas se chocan entre sí, como los autos en la carrera. A algunos les divierten esos accidentes en la Fórmula 1, me consta. A mí me gusta la colisión de hojas de los plátanos de enfrente.

Aunque más que una colisión, podemos pensar que las hojas bailan entre ellas, todas juntas. No hay manera de saber dónde empieza el baile y dónde termina. El viento las hace mecerse en sus ramas con el cielo completamente gris detrás.

Esta noche no tomo clona. Vi el pronóstico. Quería confirmar que la temperatura iba a bajar para acordarme de poner el cubrecama. ¿Habrá un cielo más triste que éste? Bueno, sí, el que no se puede ver. Tengo que estar lista para perderlo o no. Tengo que estar lista, en general. Pero, ante todo, tengo que dormir y desprender el cerebro de su cuenca con ese objetivo. Dejarlo en un balde de agua y contar con que el despertador haga su trabajo a la mañana.

Salió el video de "Anniversary wa Iranai" de Mizuki. El tema es mucho mejor que Long Love Letter y el video más divertido también, aunque sigue siendo UpFront así que nunca es la gran cosa.

A destacar: no importa que hayan pasado 13 años, yo sigo sonriendo al verla. El poder de una verdadera kamioshi. Espero conseguir en un futuro alguna de las versiones del single por Buyee (cuando tenga PLATA).







Subieron a Spotify la tercera ola de artistas de Hello! Project. Incluso Country Girls, que es un grupo relativamente nuevo. Tengo esperanza y fe. Me pasé todo el día escuchando lo nuevo que agregaron.



Me puse a ver videos de un curso de Excel. Fuera de joda, puede ser muy divertido. Hay tantas cosas que no sabía porque nunca me había encontrado en la situación de tener que usarlas. Ahora quiero aplicar ciertas fórmulas en mis spreadsheets de hobbies. Pero, principalmente, me estoy preparando mejor para algpun futuro trabajo. No quiero volver a perder una oportunidad por no saber algo.





El día está hermoso. Salimos a la mañana para algo que salió mal y quedé con las piernas muy cansadas de caminar. Raro, porque apenas superé los 5km. Lavé ropa aprovechando que el tiempo está seco aún. Parece que mañana llueve así que no quería dejarlo para después.





Necesito que TODO salga bien. No una cosa, no dos, TODO.

Ni optimista ni pesimista. Ni siquiera realista. Desafectada de la realidad. Así aspiro a estar por unos días. Las últimas semanas (sobre todo esta última) el estrés me carcomió por dentro y me hizo desbordar. Anoche llegué a un punto en el que hice lo posible por dormir de corrido y bien. Lo logré, después de noches perdidas entre pensamientos, sueño entrecortado, más pensamientos, maullidos de la gata, taquicardia. Dormí una cantidad obscena de horas sólo apta para desempleados como yo o para gente normal los fines de semana. Quedé tan pegada a la almohada que al despertar puse a hervir 6 huevos que ya habían sido hervidos ayer. Ya comí uno: estaba rico.



Desafectada de la realidad y que me pase por al lado. Unos días nomás, por favor. Hace unos días decía que quizás pasar un fin de semana sola y callada me curaría. Esto que me propongo es como un ensayo. Es, de hecho, lo más cercano que voy a estar del cerebro "pechuga de pollo" que deseo, sin surcos, lisito, sin pensamientos.

"Con tranquilidad, sin desesperar" dice un cartelito que puse en mi escritorio. Es una frase de Rosario Bléfari, a la que leí pero nunca escuché. Sospecho que no me va a gustar su música. Tampoco la vi actuar (si, ya sé, tengo que ver "Silvia Prieto"). Sólo leí "Diario del dinero" y "Diario de la dispersión", que me enloquecieron.

Basta de desbordes, me repito al verlo, sin desesperar. Ocupada sí, enajenada no.



Aún no puedo leer pero pude hacer pequeñas modificaciones a los gifs de los Lovelys de Twice. Ahora todos cambian de expresión al saltar. Claramente tengo favoritismo por Movely por obvias razones pero no daba tener a todos con las mismas caras cuando saltaran.

Me creé una cuenta en un sitio de pixel art y puse para subir 3 dibujos y están pendientes de aprobación. Tienen una lista enorme de reglas para compartir trabajos. Como que un poco me da paja eso. Me hace acordar a jpopsuki con sus reglas estrictas.



Quiero vender este set de florería de Playmobil porque me ocupa mucho espacio y no lo quiero más. Lo dejé a un precio regalado y nadie lo quiere aún. Lo publiqué ayer y ya quiero que se vaya.





Me gusta la música de IVE pero no logro reconocer a las miembros salvo a la obvia excepción. Al principio me daba igual su música pero se ganaron un lugar en mis playlists con "Accendio".

Pasó un fin de semana largo más. Hice cosas, vi a mucha gente y leí muy poco y mal. Estoy desencontrada con la lectura, una tristeza total. No logro concentrarme, no me atrapa nada. No existe ese "bueno, un capítulo más". Necesito que todo sea corto y fácil de leer pero no, me niego, me desafío igual. Me siento tonta. No entiendo nada.

No debe ayudar que hace tiempo que estoy muy ansiosa, cada vez más, por diferentes razones. Ahora es la mudanza y la búsqueda laboral. Cada día que pasa me cuesta más tranquilizarme. Ya estoy empezando a somatizar. Me duele mucho la panza.

No estoy conforme con nada. Me pongo cualquier ropa y odio cómo me queda, cómo la combiné, todo. Me siento en guerra contra mi cuerpo y contra mí misma. Avergonzada por todo, quiero recluirme en soledad. A veces siento que un fin de semana sola, callada y viendo verde me curaría por dentro.

Mi journal de preguntas diarias por 5 años hoy me pregunta qué me hizo reír. Hasta ahora nada. Quiero reirme. No me río seguido. Reír-reír. No una sonrisa. Quiero reír con ganas. Hoy me vendría bien para descomprimir. Pienso en una cita de "Bajo la espuma" de Nancy Fleita:

Los que ríen juntos forman una isla, un país, con soberanía propia. La risa de los otros forma un campo de fuerza que empuja hacia afuera a los cuerpos que no ríen.

Así se siente estar con Nan. Ayer nos vimos y nos reimos en un par de ocasiones. Pero estoy muy tensa para reirme como quisiera. Esas risas que te dan espasmos en la panza, ésas que pueden dar hipo si te agarran comiendo o tomando algo. Respiración interrumpida por una catarata de jajas.





Limpié mucho hoy. Dejé los vidrios espantosos. Los limpié sin amor ni paciencia, sólo para cubrir una cuota de movimiento y no pasármela viendo redes al pedo. En algún momento lo tenía que hacer y hoy está seco el tiempo. Me gustan estos días, climáticamente hablando.

Ayer almorcé en una trattoria por el cumpleaños de una amiga. Hubo revoleo de servilletas ocn los colores de la bandera italiana al ritmo de "Bella Ciao" y "Bailar pegados" de Sergio Dalma por alguna razón. Le trajeron un dudoso tiramisú con velita y pasaron el "Tanti auguri". Los agnolottis estaban muy ricos. Las tres nos pedimos lo mismo pero con diferentes salsas. El tiramisú, de nuevo, estaba dudoso. Era rico ¡pero no era tiramisú! Algo tenía en sus ingredientes que no iba ahí.



Un local a la esquina de la trattoria tenía en exhibición kits de miniatura de Rolife. Yo tengo uno pero no lo armo porque siento que necesito un lugar para que no se llene de polvo. El chico que laburaba ahí, cuando le pregunté por los domos que los cubren, me sugirió que compre una pecera. Tendré que pensarlo. Por lo pronto está la vitrina pero está ocupadísima por muñecas y figuras.





Hoy fuimos a almorzar a un lugar al que vamos seguido y la moza me preguntó por mi muñeca Licca (Dahlia en particular). La había llevado para sacarle fotos y Agli estaba con la cámara. La moza me decía que ella de chica les cambiaba el pelo, me explicó cómo y todo. Hasta nos trajo una tacita para hacerla posar. Quedaron preciosas las fotos que sacó Agli. Y la moza, una divina.




Llegué a casa y le corté todo el pelo a una Licca que tenía el pelo horrible. Igual no voy a tratar de sacarle lo que queda hoy, mañana quizás.





Me pasa con el tango que una vez que escucho una versión y me gusta, me acostumbro y no puedo escuchar otra. Quise escuchar "Nada" por Roberto Goyeneche en vez de Julio Sosa y no me gustó el fraseado.



Salieron las portadas del single debut de Fukumura Mizuki. Hay una que me parece preciosa pero el resto están sólo bien. En varias vuelan sandwiches y donuts por alguna razón. Ojalá pudiera comprar aunque sea una versión.

Anoche vi "All that jazz" de Bob Fosse. Quizás no me gusten tanto los musicales como pensaba. O tal vez no este tipo (la definición de "jazz hands"). La historia está buena pero la música me dio igual. El baile es lo más llamativo, siendo ése el fuerte de Fosse, claramente. Durante años mi viejo me habló de lo increíble que era el número musical del final y la verdad... no mintió. Es lo mejor de la película. Lo que me hace preguntarme: ¿valió la pena el camino que me llevó a ese final? Porque no lo disfruté mucho.






Escuché el nuevo EP de LE SSERAFIM, "HOT". Cada vez me gustan menos sus comebacks. Me da mucha lástima porque desde estos últimos dos no me gustaron especialmente, y éste en particular me parece bastante flojo. Venían muy arriba y decayeron para mí.





Creo que un poco adicta soy a la música, a la dopamina que me da. Me cuesta estar sin escuchar nada. Durante el día me sirve para no escuchar el griterío del colegio de enfrente, ruidos de alguna construcción o las alarmas de las cocheras. Cuando me quedo sola en casa, como anoche, pongo música en los parlantes aunque a la gata mucho no le cope y me siento menos sola.

¿Pero qué pasa cuando estoy acompañada? Generalmente Agli está en la suya, con trabajo u otra cosa. Así que sí, paso la mayor parte del día no oficialmente sola. Eso sería razón suficiente para permitirme la compañía de la música. Lo que me lleva a preguntarme qué tanto la necesito y por qué no tolero el silencio. ¿Es la dopamina o la urgencia por llenar ese vacío que me deja con mis pensamientos aún más fuertes? Porque la música no calla las voces pero sí hace que se confundan un poco.

El paso del tiempo es más lento sin música también. No sé para qué quiero que pase el tiempo pero igual quiero. Necesito que pase el tiempo hasta que esté donde quiero estar, que ni siquiera sé dónde es eso. Al final todo se resume en lo de siempre: evitar El Vacío™ y huirle a La Realidad™.


Detesto desear cosas materiales. Nan me mostró un sitio para pedir cosas de afuera y hay unas figuras de blind boxes (tipo Pop Mart pero truchos) que se ven preciosos y no están a mal precio. Y me dijo "Quiero comprar por Buyee" así que tengo que esperar a conseguir un buen laburo pronto para poder comprar boludeces de ME:I, Twice y Licca con él.


¿No son hermosos?


Me gustaría tener algo así, cosas con qué llenarlos (aunque quizás tenga) y lugar donde ponerlos


Así me siento

Salió el video de Muse de ME:I. Es muy bello. Me gustó el momento en el que le dan churu al gato. Qué gran actor. El tema se siente corto. Extraño a Tsuzumi. Lo de siempre. Al menos aparece el gatito de ella en el video. Me acabo de dar cuenta de que aparece en el frame final y me da ganas de llorar.





Texto de anoche:

Todas las tardes, a eso de las 19hs, declaro "Esta noche me voy a dormir más tarde" o "Esta noche voy a ver una película" o "Me voy a quedar escribiendo". Y después ceno, lavo los platos y cierro el día por completo. Estoy desempleada así que duermo hasta cualquier hora si total todo da lo mismo. Trato de levantarme temprano porque me da una sensación de control que quizás no tenga sustento en la realidad pero yo creo que sí. A veces lo logro, otras no tanto.

De adolescente y hasta bien entrada la adultez, me quedaba hasta tarde escribiendo, leyendo y escuchando música. No sé qué tenía la noche que me inspiraba, me hacía escribir hasta más no poder, hasta que era de madrugada y recién ahí me daba cuenta de que había pasado muchas horas encorvada sobre mi laptop picando teclas, dejándome llevar por la música y por el silencio de afuera (excepto los fines de semana, cuando los boliches cercanos se llenaban de gente y ruido).

Ahora son las 22.36hs. Es tarde para mí. A esa hora normalmente estoy en la cama, a veces incluso durmiendo. Duermo mucho. Duermo de más. Quisiera dormir una cantidad normal de horas. Pero ¿para qué? ¿Para vivir? ¿Qué es vivir, al fin y al cabo? ¿Hacer cosas? Dormir no es vivir y tal vez por eso me inclino por la cama a la noche y a la mañana. Las veces que duermo siesta suele ser por dos razones: estoy deprimida o realmente tengo mucho sueño. Normalmente quiero escaparle a la realidad, al vacío, al deseo. Estoy llena de deseos. La noche (esta noche) los hace resplandecer, como algo radiactivo o como esas estrellitas que brillan en la oscuridad.

Deseo una casa propia pero tengo que conformarme con formar un hogar provisional en el próximo alquiler que consigamos (espero que pronto porque me estoy volviendo loca de sólo pensarlo). Deseo que esa casa cumpla ciertos requisitos. Deseo que la mudanza salga bien. Deseo volver a viajar. Deseo que mi gata no sufra y no deje de comer esta vez cuando no estemos. Deseo viajar sola de nuevo. Deseo viajar con un amigo. Deseo cerrar los ojos y revivir los momentos felices. Deseo tener un hogar hermoso, ordenado, limpio, bien decorado y con buen aroma. Deseo tener menos panza (ya ni siquiera deseo ser flaca otra vez) aunque no cambie mis hábitos. Deseo conseguir un buen trabajo pronto. Desearía que no se viera tan lejano. Deseo no rendirme. Deseo aprender nuevas habilidades. Deseo hablar con gente y divertirme. Deseo leer. Deseo escribir. Deseo ver películas.

Es de noche y estoy sin bañarme aún. Acá sentada en mi escritorio frente a mi laptop escucho "Titanic Rising" de Weyes Blood. "Por cuatro días locos" de María Moreno me mira a mi izquierda, junto a las telas que separé para ver si aprendo a hacer ropa para muñecas. No hago nada. Escribo esto. Escribo esta mierda que sólo sirve para revolver heridas y deseos. Escribo mientras me duele la espalda pese a la buena postura. Nada es suficiente para mi cuerpo y para mí. Nunca voy a estar satisfecha. Pienso en "Hamilton", que tiene partes en las que hablan sobre cómo el protagonista nunca va a estar satisfecho. Yo tampoco. No sé si es que sea ambiciosa como él. No me considero ambiciosa. Sí creo que nada me viene bien. Sólo soy feliz y -casi- despreocupada durante las vacaciones. Soy nostálgica de lo que aún no perdí, de lo que no tengo y de lo que probablemente nunca vaya a tener. Estoy en constante duelo de las vidas que podría haber tenido y de las que me gustaría vivir. Cuando consiga trabajo (si es que pasa), voy a extrañar las infinitas posibilidades del ocio, del tiempo dedicado a la casa y a los hobbies, a la música y a la escritura.

Desearía poder llorar en este momento. Quisiera terminar de escuchar este disco. Quisiera... llorar. Mi insatisfacción y yo nos enfrentamos a un futuro incierto esta noche y todos los días. Me angustia el futuro y el terror. Estoy aterrada, paralizada. Pero, ante todo, angustiada. Pensé que quedarme hasta más tarde me haría bien, que me haría sentir que no vivo por y para la cama, para el sueño al que parezco estar encadenada. Algo de sueño tengo pero quiero terminar de escuchar "Titanic Rising". Aún quiero llorar. Comí de más, comí galletitas. Es como si odiara mi cuerpo, como si me odiara. Pero no quiero odiarme. Quiero respetarme y tratarme con amabilidad, como si fuera una amiga a la que aprecio y conozco en profundidad pero con la que tenemos discrepancias. Ni siquiera en una fantasía estoy conforme conmigo misma, aunque fuera otra persona.

¿Es ambición desear una vida mejor? ¿O será esto lo máximo a lo que puedo aspirar? ¿Habré llegado a mi pico a los 35 años? Me niego, no me conformo con esto, aún me quedan muchos años de vida. Ayer escuchaba "Sine from above" de Gaga con Elton John y él cantaba "When I was young I felt immortal, and not a day went by without a struggle". Yo, sin embargo, ya no seré tan joven como antes pero sigo sintiéndome inmortal. Como una maldición.

Fui a Almagro a buscar mi auto-regalo de cumpleaños (sí, un mes y medio tarde): "With You-th" de Twice sellado. Me habían dado unas re vueltas las que me lo vendieron porque lo pedí de afuera junto con otras personas que pidieron otros discos. Las muy taradas me compraron la edición equivocada (la Monograph) y yo "no, no, tiene que ser la random" porque no sólo es más barata sino que también viene con más chucherías. Cuestión que llegó ayer y hoy mismo ya fui a buscarlo porque no quería esperar a tener que ir a Barrancas un domingo. Prefiero evitarlo. Me tiene podrida. Sólo iría por alguno de los discos de mi wishlist. Pero no más trades ni compras de photocards.

Mientras esperaba a que se hiciera la hora para ir a buscarlo (porque, obvio, llegué temprano), me fui a Las Violetas, el bar notable. Muy notable, sí, sí. Me pedí un café con leche y un tiramisú que estaba ok. Los chocolatitos que acompañaban al café eran mentolados.

Empecé "Por cuatro días locos" de María Moreno, para reconectar un poco con mi costado periodístico que tan dormido lo tengo. Disfruto de leer buenas crónicas y perfiles y en el prólogo plantea algo que nunca me había preguntado: si se puede clasificar de crónica algo que no se vivió, que no se investigó presencialmente. Puso ejemplos. Yo me inclino a que sí, es una crónica, no es ficción. Sus textos en este libro son eso: retratos de momentos atravesados por una mirada y una pluma llena de firuletes, si me lo permite. Así la leo yo. Leí el prólogo y las tres crónicas sobre Maradona. Qué mal le caía pero qué interesante leer sus por qué.

Cosas que vi y pensé hoy en mi viaje en bondi:

1. Una nena saludando con un corazón desde la ventanilla a la que podía ser tanto la madre como la maestra (usaba guardapolvo pero bueno, las maestras también pueden ser madres)
2. Un hombre tirado boca abajo en Rivadavia y Medrano
3. "Qué hermosa que es Buenos Aires cuando quiere"
4. Un choque en cadena entre tres autos
5. Una nena con un Jeongvely en su mochila.
6. "Qué ganas de hacer pis que tengo. Quizás me mee acá mismo"
7. Una Iglesia sobre Av. Corrientes al lado de un colegio con unas estatuas talladas en la parte de arriba (perdón, no tengo el lenguaje arquitectónico para describir bien eso)
8. "Tengo que googlear si la palabra 'impiedad' que canta Goyeneche en 'El último café' realmente existe"
9. "Existe"
10. Muchos locales liquidando todo por cierre

Hice las wishlists definitivas de mis colecciones de Girls' Generation y de Twice. Obvio que si salen más cosas, serán sumadas, pero de lo que ya salió hace tiempo, es esto lo que quiero:





Quiero desarmar todo, guardar mis cosas en cajas, vaciar este departamento que ya no siento como casa. Quiero encontrar nuestro nuevo hogar. Quiero que sea más grande que éste y mejor. Que entre el lavarropas (lo amo) y que tenga un balcón en el que pueda poner el tender de la ropa y en donde la gata pueda salir a hacer la suya como a ella le gusta. Que entren nuestros muebles. Quiero poder mudar la vitrina y no perderla en el proceso. Quiero tanto y puedo hacer tan poco.

Quiero que todo pase y ya estar instalada en un buen lugar.

No quiero irme lejos de acá. Me gusta este barrio. Recién ahora empezamos a ir a la feria de la plaza. No quiero irme. No quiero, no quiero.

Tuve el presentimiento de que nos vamos a mudar por acá pero más llegando a Constituyentes. Mi último presentimiento falló pero eso no me impide tener otros.

Releí "Desmontar una casa" de Cecilia Moscovich hace unas semanas y su descripción detallada de lo que son las mudanzas me hizo sentir (valga la redundancia) en casa.

Quiero proteger mejor mis cosas esta vez. La última vez "desapareció" un tupper con la mitad de mis playmobiles. Cada vez duele menos pensarlo, quizás porque pasaron ya 6 años. Es por ese miedo fundado que voy a mudar las cosas más delicadas y preciadas antes de EL día. Pienso en mi vitrina. Espero que la muden ese mismo día. Espero que no le pase nada.

Todo es estresor para mí.

No logro identificarme con las canciones de amor como sí solía hacerlo cuando estaba soltera. Hace más de 7 años que estoy en pareja y recién ahora me doy cuenta. Quizás es reciente, quizás viene de antes. Lo noté escuchando un tema de Weyes Blood en el que dice "nobody's gonna love you the same way" y de repente perdí el interés, hasta que noté que no era un tema romántico sino sobre el amor en sí y un desencanto por la vida. "Titanic Rising" es una exploración interna en las profundidades de uno mismo y del amor no solo romántico. También hay una línea sobre el fin de la monogamia en "Everyday" y eso me dio paja pero bueno, nada es perfecto. Algunos artistas también hablan de cosas que no me interesan. Esas cosas pasan.

No sé, dudo de mi interpretación de las cosas. No soy una buena crítica, no soy objetiva (si es que es posible tal cosa). Me dejo llevar mucho por lo que me hacen sentir las cosas: las películas, los libros, la música. La Santísima Trinidad del entretenimiento para mí. Todo lo demás es secundario. No me interesan los videojuegos ni las series de televisión. Es curioso, nunca me había puesto a pensar que mi Santísima Trinidad del entretenimiento está compuesta sólo por arte. Pero, a menos que hablemos del acto de HACER una pintura o una escultura, no hablamos del arte plástico como entretenimiento. Tampoco me interesa demasiado el arte plástico, para ser honesta, así que no sé por qué pensé eso.

Nunca pienso en, no sé, una pintura. Pero sí en dibujos. Siempre quise dibujar lindo y es una habilidad que me es esquiva. Sin embargo, con el pixel art al fin me siento cómoda dibujando. No digo que sea la próxima revelación del estilo pero sí siento que estoy haciendo algo que nunca pensé que podría. Estoy aprendiendo a gestionar mi frustración (palabras de mi psicólogo) y el dibujo me ayuda mucho. Me toma bastante tiempo poner píxeles en su lugar, uno al lado de otro y luego en sus esquinas. ¡Y lo que aún me queda por aprender!

Me entusiasma, obsesiona y un poco me asusta perder este entusiasmo y esta obsesión inicial una vez que las cosas se compliquen. Hasta ahora vengo sorteando esos obstáculos con bastante paciencia. Pero vivo insatisfecha. No me quiero frustrar. Tengo que seguir adelante. Como me dijo Agli sobre el Dark Souls: "La única manera de perder es rendirse". Sé que en otro momento hubiera encontrado la manera de rendirme pero ahora estoy en modo competitivo conmigo misma y no quiero perder ni a la escoba de 15.

Siento que no tengo alternativa más que seguir intentándolo. Estoy condenada a vivir así que no queda otra más que darle para adelante, disfrutar los momentos que se puedan disfrutar, aprender nuevas habilidades, sentir el sol y la sombra, tomarme mi tiempo, no forzarme a la perfección. La insatisfacción siempre estará ahí, supongo, pero puedo tenerla a raya, controlada, como si pusiera un cucharón de madera sobre una olla para que la sopa en plena ebullición no rebalse.

Terminé al fin "Los árboles caídos también son el bosque" de Alejandra Kamiya. Me habían hablado muy bien del primer cuento y sólo me pareció ok. Pero después encontré pasajes hermosamente escritos e historias envolventes. Salvo un cuento que no me gustó y se me hizo eterno ("El pozo"), el resto es precioso. Lo terminé en casa pero hoy salí una hora a un café de por acá para escaparle al encierro y leer un poco. Al final leí un montón. Me dibujaron un osito con la espuma de la leche y me comí una cookie. Recién me doy cuenta de que no se nota el osito en la foto, una lástima. Lo levanté con la cuchara y me lo comí antes de desarmarlo al ponerle edulcorante y revolverlo.

No dejo de preocuparme por todo. La cafetería me ayudó a leer y distraerme de mis preocupaciones un poco pero no puedo depender de eso. ¡Sería un dineral sólo en café!

Me pregunto con qué libro de ficción seguir. No puedo leer más de uno del mismo tipo a la vez. En este momento tengo empezados:

• Poesía - Violeta Parra (claramente, una antología poética)
• Catarsis - Moto Hagio (antología de manga)
• The meaning of Mariah Carey - Mariah Carey (autobiografía)

Habiendo terminado un libro de cuentos, se abre el puesto para otro libro de ficción. Tengo tanto para elegir que un poco me abruma. Quisiera leer algo corto. O sea, me gustaría leer "La reina de los condenados" de una buena vez pero con los libros largos que ya empecé, me parece que debería leer algo más bien corto.

Debería disfrutar más de lo que tengo.

Ayer salió el nuevo EP de Seulgi y me siento algo decepcionada, tal vez bastante. Salvo "Baby not baby", el title track, no me llamaron la atención los otros temas. Una lástima porque "28 reasons" me parece una masterpiece, quizás demasiado difícil de comparar.





Estoy cansada de mi vida, de esta casa y de todo. Pero sé que lo voy a extrañar cuando ya no lo tenga, cuando consiga trabajo estable y cuando me mude. Nunca estoy satisfecha. Salvo en mis vacaciones. Ahí sí que no me importa nada. En las últimas (noviembre 2024) éramos felices y lo sabíamos.

Me acordé de "Titanic Rising", el disco de Weyes Blood. Lo conocí en el 2022 y fue mi gran compañero en las largas caminatas que hice ese invierno. Hoy estaba tomando mi tercer café del día y pensé en "Something to believe" y lo bien que refleja mis últimos días.

No estoy tan mal como podría estar (no estoy como hace un año) pero me cuesta mucho encontrar una razón para levantarme a la mañana. Estoy desmotivada. Hago cosas creativas a veces (hoy dibujé a un Movely en diferentes poses e hice gifs con eso), cosas de la casa pero siento que estoy llenando un vacío. Me pregunto si no es lo que hacemos todos.

Drank a lot of coffee today
Got lost in the fray, I gave all I had for a time
Then by some strange design I got a case of the empties
The ruler of my world
(...)
Didn't always do it right
Might have left the heat on high
Didn't know I had any left
Thought I finally met my death
Gonna do all I can
Stay away from the quicksand
Gonna do all I can
(...)
Give me something I can see
Something bigger and louder than the voices in me

Decidí aprender a hacer vestiditos para Licca-chan. Encontré un video que compartía el patrón para un vestido que prometía ser simple. Pasé 1 hora entera pasando los patrones a la tela, recortándolos y, sobre todo, cosiendo la pollera. La tiza no funcionaba, terminé usando una lapicera azul que me ensució los dedos. Y cuando terminé de coserla, la falda quedó diminuta. Tiré todo lo que había llegado a hacer a la basura. Me di cuenta tarde que el video no explicaba cosas básicas que, claramente, no sé.
Lo que aprendí: tengo que dejar más espacio entre la línea del patrón y lo que recorto y, en lo posible, hacer todo más grande, evitando estirar la tela al pasar el patrón. Podría empezar con una tela menos elástica aún.

Ayer compré una plancha de stickers larga, larguísima y preciosa. Es PET. No tenía idea de cómo eran ésas aunque sí las había visto por internet. Resulta que son planchas enteras, sin troquelados en los diseños. Así que hay que recortarlos uno mismo.
Lo que aprendí: tengo que seguir comprando las que ya vienen troqueladas porque ni ganas de recortar esas cosas chiquitas.

Quisiera sentirme mejor pero acá estoy, sin ganas de salir siquiera.

Estoy pensando en cómo cuernos me voy a vestir cuando baje la temperatura. Los jeans que tengo no me entran más y el único que sí me hace sentir muy expuesta e insegura de mi panza así que no lo puedo usar. Tampoco tengo ropa adecuada para trabajar en una oficina, si eso llegara a pasar algún día (a veces parece más cercano que otras y hoy se siente lejos, lejos).
Pensemos en lo que quiero:

1. Un par de borcegos/zapatos negros
2. Calzas abrigadas que simulan piel que no estén hechas pelota
3. Unos nuevos pares de medias negros
4. Más partes de abajo
5. Más remeras lisas/rayadas
6. ¿Algún abrigo negro que sí me cierre?

No sé, siento que estoy quejándome de llena pero lo cierto que es que me visto siempre igual y a veces con cosas rotas. Y no quiero eso. La búsqueda del estilo personal, en mi caso, llegó de adulta y creo haber encontrado el tipo de ropa con la que me siento yo misma. Pero qué difícil es tener un armario flexible y a todo terreno.

Hoy caminé 12.5km. Estoy cansada. Quería aprovechar que el día estaba precioso, fresco al fin. Tuve un poco de calor con la caminata y en los momentos que estuve al sol pero valió la pena. Me siento revitalizada por un lado y agotada por el otro.

Estoy agradecida a este sitio, al pixel art y ahora al intento de hacer ropa para Licca (aún no empecé pero ya tengo casi todo para hacerlo) porque sino no sé qué haría. No escribo y no leo hace como un mes. Esporádicamente leo un tomo de "Diarios de la boticaria", que cada vez me gustan menos. El libro de poesía de Violeta Parra quedó suspendido en el tiempo. De "Los árboles caídos también son el bosque" leí los dos primeros cuentos y no puedo encontrar el momento adecuado mentalmente para ponerme a leer el tercero. "Catarsis" y el de Mariah Carey, en hiatus por ser muy largos.

Sobre la escritura: Substack me vació por completo. AL principio los likes, los follows y las suscripciones me llenaban de dopamina. Quería escribir e ilustrar mis textos con fotos elegidas cuidadosamente. Quería que alguna vez llegaran mensajes de "Me encantó lo que escribiste". Y llegaron, sí. Llegué a más de 100 suscriptores y no volví a subir nada al newsletter. Tengo algunos textos terminados o a los que le falta un poco de trabajo nomás. Sin embargo, no me animo a compartirlos. No le encuentro el punto. Siento que Substack es muy competitivo, te pone tus estadísticas en la cara. Quizás el sitio está hecho para eso y no para compartir textos. Por eso me siento más segura en este espacio, aunque sin escribir.

Me gustaría sentarme a escribir bajo a alguna consigna o con una idea en mente (quería hacerlo sobre lo que coleccionar es para mí) pero estoy vacía. No quiero volver a pasar años sin mis dos pilares de nuevo. La última vez duró 7 años. Fue mucho tiempo. Y sé que recién voy un mes así. Tal vez me forcé mucho a leer 10 páginas al día en enero y eso me frustró. Lo logré pero no vino acompañado con satisfacción. Fue un "Sí, lo hice... Bueno, ¿qué comemos?". Lo mismo haber llegado a los 100 suscriptores. Creí que me pondría contenta pero fue una información que entró y salió por mi cabeza. Bah, se quedó pero no como algo alegre sino como un recordatorio de que puedo llegar a ser percibida. Y eso me aterra.

Mi madre y mi hermano están suscriptos a mi newsletter. Son los lectores a los que más temería decepcionar. Mi vieja me dijo que hablo mucho del pasado. Eso me hizo parar en seco. Yo creía que no. Pero aún si lo hago, es mi pasado y es lo que me llevó a ser lo que soy ahora. Tampoco siento que me regocije en ese dolor. Son situaciones que quizás no le conté a nadie y que siento pintorescas para contar, retratar. Hay cosas de las que puedo y pude escribir pero que no pienso publicar. Cosas que incluso me ponen más orgullosas que las que sí publiqué. Todo por evitar el conflicto y abrir viejas heridas.

En la poesía sí me permito explorar esos sentimientos sin culpa pero tampoco escribo poesía ahora. Mi psiquiatra me hizo pasarle mis poemas a una amiga suya que publica un fanzine de poemas y me dijo que es casi seguro que me incluya en el próximo número. Si me llegaran a rechazar se sentiría horrible, como cada rechazo. Pero si me aceptaran, sentiría una vergüenza enorme. No me gusta lo que mandé. No me gusta nada de lo que escribo. Y ahí entro en el espiral de la baja autoestima.

Muchas veces pienso en no intentar más ser publicada porque eso significaría ser percibida y eso me aterra. Aunque lo más probable es que aunque mande un newsletter o me incluyan en un fanzine o me publiquen un poemario completo, pocos me van a leer por encima mientras están en el inodoro, o nadie directamente. Van a leerme en diagonal. Todo el trabajo reducido a eso. En cambio, si escribo para mí nada más, tal vez pueda volver a conectar con mi lado artístico relacionado a las letras. ¿No es eso más importante que la validación de extraños?

Creo que ya quemé "Aerial Ballet". No me causa la misma alegría y paz que hace una semana. Era como un abrazo. Se ve que necesité muchos abrazos estos días.

Anoche fuimos a un cumpleaños al bar El Destello. Nunca había ido y me pareció muy lindo. Tiene máquinas de arcade y un pinball, que fue lo único que jugué porque me encanta. Nunca pude engancharme con los jueguitos de esas máquinas: plataformas y peleas no son para mí. Puzzles quizás, carreras tal vez peor soy pésima, como a todo lo que juego.

Lo que me gusta de Animal Crossing es que no hay manera de jugarlo mal. Es como una vida paralela en la que todo es más tranquilo y encima estás rodeada de animales lindos (algunos más amables que otros). No hay que tomarse el subte o el colectivo y viajar apretada. Ni siquiera hay necesidad de comer o energía limitada (te estoy viendo, Ooblets). Es vivir sin estrés real. Lo más estresante es la timba de los nabos, pero yo sólo me metí en ésa en el New Horizons y no muchas veces. No me producía mucha satisfacción. Prefiero la calma.

También jugué bastante al Idol Manager, llevando un registro escrito de los senbatsu (elecciones, claramente inspirado en AKB48 y sus grupos hermanos). Y ni hablar del Love Live School Idol Festival. En 2015 estaba adicta. Me despertaba de madrugada para jugar y aprovechar la energía. Una locura. Lo tuve que desinstalar para dejarme de joder.

Salió "Mayhem", el nuevo disco de Lady Gaga. Iba a escucharlo a las 00hs pero preferí irme a dormir. Me desperté temprano para escucharlo más de una vez y la verdad... Me sentí decepcionada. Los temas no tienen nada que ver con "Abracadabra" y "Disease". Nos engañó a todos. Se puede decir de todo sobre por qué hizo eso pero lo importante es que me gusta el disco al fin. "Vanish into you" y "Perfect celebrity" son las que más me gustaron.

Anoche tuvimos una cita con mi marido: cine y cena. Vimos "Better man", mejor conocida como "la de Robbie Williams en la que es un mono". Nos gustó mucho. Voy a ignorar a las pendejas pesadas que no dejaron de hablar y reirse atrás nuestro. Me encantó la selección de canciones y la sinceridad en los lugares comunes. No puedo explicarlo de otra manera pero se sintió más honesta que muchas otras películas que sí le esquivan a los lugares comunes. Ésta no pretende ser más de lo que es y así es como me ganó. Aunque me hubiera gustado que usara "No regrets" en algún momento.



Ola de calor (¡sensación térmica arriba de los 40°!) y cortes de luz en toda Buenos Aires. Humedad y dolores de rodillas (sobre todo la izquierda). Igual salí de casa a visitar a mis viejos y mi mamá me tejió al crochet un cover del lovely de Momo para mi Candybong Z. Quedó re lindo aunque un poco flojito. Estoy contenta con el resultado.

Día 3 sin entrar a redes sociales. Sigo buscando abrir alguna app o postear algo pero me vengo portando bien sin problemas.

Leí el tomo 7 de "Los diarios de la boticaria" y medio que me cansó. Maomao sabe demasiado, me aburrí de que sea Sherlock Holmes. Este tomo tuvo mucho fanservice y un humor que no me gustó. Me interesa la historia pero esos detalles hacen que me cueste mucho seguirla. Tengo 4 tomos más comprados.



Al final anoche no vimos "Nickel boys" porque andaba bajoneada y quería irme a dormir temprano. Hoy no es un día mucho mejor. El clima me desanima. Todo está sucio y pegajoso. Nada se seca.

Día 2 sin entrar a redes sociales. A veces la memoria muscular me hace buscar con el dedo el ícono de Instagram cuando estoy con el celular pero no entré ni una vez. Estuve ocupada dibujando estos gifs en pixel art. No sé qué más dibujar (que PUEDA dibujar según mi capacidad actual).




Conseguí el recital de MISAMO en el Tokyo Dome para ver pero la calidad de la imagen es malísima. Una bronca. Cuando estuvieron en Osaka en el Kyocera Stadium, justo estábamos ahí. No sabía que tendrían un recital. EL domingo, el día en que teníamos que irnos de Osaka, pasamos por el estadio y pude comprar merchandising oficial y estar rodeada de fans de Twice (algunos incluso haciendo cosplay). Fue hermoso pero más me hubiera gustado poder ido al recital.



Pensando mucho en photocards. Algunas tienen precios ridículos. ¡Son cartones! Quiero vender una de Wendy de Red Velvet, la única de ese grupo que tengo, pero nadie quiere comprarla, aunque le haya bajado el precio. Quiero la plata para ver si consigo esta Momo de Formula of Love:



Llovió todo el día. Iba a salir al cine a ver "Aún estoy aquí" pero me dio sueño y pedí moverlo de día. Esta noche probablemente veamos "Nickel Boys" con el ruido de la lluvia de fondo.

Día 1 sin entrar a redes sociales. Eso incluye: Instagram, Bluesky y Substack. Quiero ver si logro pasar todo este fin de semana largo de carnaval sin entrar a ninguna. Hoy no sentí la necesidad de hacerlo, al menos hasta ahora. Salí a caminar una hora, transpiré mucho, le compré unos pedacitos de brownie de pistacho a mi marido.



Dibujé mucho en pixel art. ¡Hice mi primer gif! Es un Chiikawa sonriendo. No me sale hacer el cuerpito, hasta acá llegué. También hice un botón de mi sitio.



Quiero ir al cine a ver "Better Man". Estuve escuchando a Robbie Williams hoy en mi caminata. Voy a esperar a ir durante la semana.